Representación de un Arcángel, identificado tradicionalmente como San Rafael, aunque carece de cualquier atributo iconográfico que permita precisarlo. Captado de pie, va vestido con atuendo de soldado de los ejércitos celestiales, cubriéndose la cabeza con un casco con penacho de plumas. Es una imagen de mediano mérito artístico que, estilísticamente, se encuadra dentro de la escultura barroca sevillana del siglo XVIII, de movida actitud y rebuscado tratamiento de los plegados del faldellín.