Los motivos ornamentales que se despliegan en este conjunto son los característicos del retablo sevillano de fines de Renacimiento. Así, aparecen cogollos estofados a punta de pincel en los pedestales del banco, en el friso que separa los dos cuerpos del retablo interior, en las enjutas del arco triunfal, y también en el edículo que remata todo el conjunto. Hileras de clásicos dentellones recorren los marcos que encierran la imaginería del retablo. Dos guirnaldas de frutas se disponen coronando las pinturas superiores. Dos pequeños ángeles aparecen, sentados, sobre los edículos laterales del segundo cuerpo de la estructura interior, flanqueados por bolas. También estos motivos geométricos, rematados por agujas, coronan el conjunto, junto a una cruz central. En los extremos del remate, sendas cartelas que encierran la cruz de San Juan o de la Orden de Malta.