Escultura que representa un busto de San Gregorio, captado como un hombre maduro y vestido con la indumentaria que revela su condición de Pontífice, con capa pluvial, tiara y guantes. Lo más destacado de esta imagen es el rico tratamiento de las vestimentas, en especial de la capa pluvial, policromada con hermosas flores y dotada de capilletas con representación de santos. En el pecho, se abre un relicario que, en origen, debió albergar algún resto relacionado con este santo. Dicho relicario está dotado de un marco dorado trabajado como una tarja de diseño manierista, a base de ces" geométricas. Por sus características estilísticas (frontalidad, inexpresividad, plegados de las vestimentas) y el tipo de molduras que configuran el relicario, puede considerarse una pieza representativa del manierismo sevillano de finales del siglo XVI-principios del XVII. Este busto-relicario, al igual que los otros nueve que se conservan en la Anunciación, formó parte, originariamente, de la antigua capilla de las reliquias de este templo, usada hoy día como sacristía. Su existencia testimonia el intenso culto profesado por los religiosos jesuitas a las reliquias de los santos, veneración impulsada por el fundador de la Compañía, San Ignacio de Loyola."