Representación monocroma, en blanco y tonalidades grises, de una gran sala en la que hay una ventana en el muro situado a la derecha de la composición. Aparece un anciano con barba blanca, ataviado con la túnica de monje franciscano. Está sentado leyendo un gran libro que sostiene sobre sus piernas y a su lado hay una silla sobre la que se apoya un libro y en la que hay un perro. Las paredes de la sala están ricamente ornamentadas con relieves y pinturas. También hay una puerta por la cual se accede a otra sala en el fondo. En esa otra sala se encuentran más personajes sentados, unos junto a una mesa y otro en un trono.