Presenta una organización horizontal donde pueden distinguirse dos grandes partes: una inferior compuesta por una multitud y una superior que ocupa más de la mitad de la altura del lienzo, compuesta por un paisaje naturalista. La representación de la multitud se extiende a todo el ancho del lienzo en la parte inferior y toda ella presenta un tratamiento homogéneo en magenta terroso que la distingue del resto de la composición. En primer plano puede distinguirse grupos de dos y tres personas más concretos (de izquierda a derecha): dos mujeres con falda ancha por debajo la rodilla y mantilla negra de encaje cubriéndoles las cabezas; una pareja vestida con indumentaria eclesiástica, sobre cuyos rostros portan unas máscaras y, uno de ellos con sombrero de teja y otro con un paraguas amarillo; otra pareja vestida también con indumentaria eclesiástica: uno se presenta con estola y con la cabeza descubierta, y el otro con solideo; dos niños vestidos con chaqueta, otro con camisa arremangada; una pareja de perros con pelo marrón y motas blancas; una madre con falda por debajo las rodillas abrazo por el hombre a su hija que viste chaqueta y falda de pliegues por debajo la rodilla también. Tras este primer plano, se extiende una multitud en la que los rostros son difusos. Entre ésta, se alzan dos tronos con una figura, la cual presenta también un tratamiento difuso que apenas puede distinguirse del fondo de paisaje. A la altura de estas figuras sobre tronos comienza la representación del paisaje, que primero es una banda horizontal rellena por pinceladas cortas y finas entre verdes, azules y blancos, a cuyo largo se alzan postes de madera para sostener cables de luz, en forma de tres verticales marrones. Continuando hacia la parte superior, se extiende un área terrosa con motas verdes que en algunas zonas se oscurece con sombreados, y en cuya extensión se alternan puntos concretos marrones, a modo de troncos de árboles cortados. En el centro se alzan tres árboles enteros frondosos con copas blancas. Sobre ésta, una segunda área que define la línea de horizonte empleando delgadas pinceladas en verdes, azules y blancos muy difuminadas entre sí. La parte superior del lienzo continúa con mismo tratamiento anterior, con manchas de color más difusas.