La fotografía muestra un paisaje urbano, nocturno y desolado, en el que no tienen cabida las personas. Representa una valla metálica, creando tres franjas horizontales que estructuran la composición: el suelo asfaltado por adoquines de color marrón, cuya horizontalidad se rompe con la presencia de flechas indicativas de color blanco; la valla plateada es el segundo elemento horizontal; completado con el cielo de un profundo color negro. La continuidad de la valla se quiebra con la presencia de una puerta.