Las fotografías, en color, muestran con gran calidad y detallismo distintos paisajes en los que la figura del hombre no aparece, y si lo hace, es de forma poco significativa, siendo la naturaleza el elemento protagonista. En las fotografías se observa un paisaje helado donde encontramos a una persona en el centro de la composición, y de espaldas al espectador. El cielo nuboso y el suelo nevado presentan casi la misma tonalidad, por lo que la figura se convierte casi en el horizonte del paisaje.