La obra muestra un equilibrio simétrico en la colocación de las figuras, situando cuatro figuras centrales flanqueadas por una figura a cada lado. De este modo, las cuatro figuras se presentan como un todo unitario mientras que las otras dos se muestran de forma más independiente y autónoma. Las figuras portan escudos y parecen ir vestidos con túnicas. Se encuentran bajo un cielo estrellado. En la obra destacan los colores azules, rojizos y ocres.