Esta Inmaculada copia el modelo creado por Alonso Cano, del que toma la traza general en forma de huso, el cromatismo, el plegado de la túnica sobre el pecho, la solución dibujística y curvilínea del manto en torno al brazo derecho, los largos mechones enmarcando el rostro y la media luna invertida a los pies, sobre nubes y cabezas angelicales. Se compone así una figura de profunda impronta espiritual y carácter ensimismado, con las manos unidas en gesto de oración.
Frente al modelo de Cano esta escultura presenta formas más angulosas, mayor plenitud en los volúmenes, el pico del manto volado sobre el brazo izquierdo y una cabeza más estilizada, soluciones éstas que recuerdan el estilo de Pedro de Mena, uno de los escultores que con mayor personalidad asimiló este prototipo.
En un pedestal de base cuadrada sobre el que reposa la peana de la pieza de base circular aparece la inscripción "Año de 1755".